TEXTO: Jezabel Bucero.
ILUSTRACIONES: Virginia García.
AUTOPUBLICACIÓN.
Un 26 de febrero recibí un mensaje de una tal Jezabel. Había escrito un cuento y buscaba opinión ya que era una historia muy muy especial para ella.
Me encantó y más todavía conociendo la historia que hay detrás. Valeria es una niña real diagnosticada de una enfermedad crónica y que no pierde la sonrisa en ningún momento. Su madre la describe como “una niña inteligente, con cierta timidez en ocasiones, con su punto "gamberrro", extremadamente divertida. Es cariñosa en grado máximo y digna de admiración en cuanto a su actitud ante la vida. Tiene muchísimas inquietudes y consigue todo lo que se propone. Siempre saca el lado positivo a cualquier situación de forma natural, sin que le cueste hacerlo. Le encantan los bebés y jugar con sus primos más pequeños.”
Esta historia se ha hecho muy especial para mí porque he sido partícipe de su florecimiento desde aquel mensaje que Jezabel me escribió y sobre todo porque he ganado una gran amiga (resulta que vivimos en el mismo pueblo y cuando eres una recién llegada, se agradecen las nuevas amistades).
Hablamos sobre literatura infantil e ilustrador@s, porque aquella historia tenía que verse plasmada en papel con los pinceles de alguien que enamorara con su arte. Y así ha sido, porque Virginia García, a quien yo seguía hace tiempo y a la que admiro por su maravilloso trabajo, se puso manos a la obra para dar forma, color y vida propia a Valeria y su sombra, con una sensibilidad increíble que se transmite en cada una de las páginas. El baile de los trazos y colores, cada pincelada atrae de una forma irresistible, siendo un placer para la vista y el corazón leer una historia tan delicada acompañada de algo tan visualmente atractivo y bonito.
©Virginia García.
¿Quién es Valeria en la historia?
Una niña Valiente, alegre y soñadora que pinta de colores el lienzo de la vida. Pero un día una sombra le acecha, de la cual Valeria siente la imperiosa necesidad de huir, pero al ver que le es imposible deshacerse de ella decide hacerle frente y dar color a todo lo que le rodea.
@Jezabel Bucero nos cuenta precisamente por qué escribió esta historia:
“La historia surgió cuando aún no sabía cómo gestionar mi dolor, tras irrumpir en nuestras vidas y más concretamente en la de Valeria, una incómoda compañera de viaje que sacudió nuestro mundo como un terremoto. Me inspiró la profunda admiración que despertó en mí la valentía y positividad con la que, esa niña de seis años, afrontó y sigue afrontando cada una de las pruebas que la vida le ha puesto desde entonces. Una actitud con la que nos da lecciones diarias de madurez y coraje.
La historia es un homenaje a ella y tiene como objetivo darle fuerza y ánimo en los momentos que pueda necesitarlo. Yo sentía la necesidad de convertir mi miedo al futuro incierto en esperanza y, espero y deseo que así pueda hacer cualquiera que la lea, porque esa es la finalidad de esta historia, convertir nuestros miedos en esperanza.”
Una historia sobre la resiliencia de la que tanto se habla y que es tan importante tanto en niños como adultos. Esa capacidad de superación ante las adversidades que es digna de admirar frente a quien padece una enfermedad del tipo que sea.
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