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TEXTO: Lorena A. Martí.

ILUSTRACIONES: Alejandra González.

EDITORIAL: Cuatro Hojas.


LA TRAMA

Filomena García es una niña con las cosas muy claras, y por eso ha decidido que a partir de ahora va a ser Filomena Calcita y que ella misma puede elegir lo que le gusta y lo que no.

Filomena está cansada de flores rosas decorando su pelo, de collares con corazones fucsias, pesadas tiaras de princesa, pulseras con purpurina, zapatos con tacón y faldas con lentejuelas.

Ella quiere llevar pantalones, no quiere saber nada de flores en el pelo y si lleva collar que sea de un rojo amapola.

Quiere cambiar su colección de muñecas por la de minerales y si hay que comprar zapatos, mejor sin tacón para poder correr.


En definitiva quiere ser ella misma.



Lorena A. Martí nos trae de la mano de la editorial cuatro hojas una historia sobre la libertad de ser uno mismo, un cuento para reflexionar cómo el entorno nos condiciona para tomar nuestras propias decisiones.

Tanto a la hora de vestir o jugar, como de estudiar o trabajar, siempre hay unos roles muy marcados en la sociedad que nos “obligan” a decidir en contra de lo que realmente deseamos.

Hay en el libro un estupendo texto escrito por el enfermero de pediatría Armando Bastida,  a quien admiro mucho por cierto, que resume perfectamente lo que la autora quiere transmitir con la historia de Filomena:

“Desde que nacemos, de manera inconsciente, nuestro entorno directo, y también el indirecto, nos envía mensajes constantes que nos dicen cómo debemos vestir, cómo debemos hablar, cómo comportarnos, cómo y con qué jugar, con quién nos podemos juntar y con quién no y de qué color debemos pintar nuestra vida y nuestras experiencias para poder formar parte de una sociedad a la que, en general, importamos muy poco.
Sin quererlo, o quizás sí, nos empujan a ser tan lo que sea como son los demás. Quizás «tan brillantes», quizás «tan valientes», quizás «tan auténticos», aunque a menudo tiende más a un «tan del montón», «tan invisible» o «tan lo que esperan de ti» para no desentonar, para no llamar la atención, sin darse cuenta de que parece importar más lo que piensen los demás de nosotros, que lo que pensemos de nosotros mismos.



Filomena solo es una niña y, como todas las niñas, tiene claro lo que quiere. Dependerá de su entorno el respetarlo o no, porque la obligación de los padres y madres no es moldear a sus hijos para que sean lo que quieren que sean, sino ofrecer una educación para que sean respetuosos consigo mismos y con los demás, y sobre todo libres. Libres de ser quienes quieran ser. Libres de intentar lo que se propongan. Libres de soñar y alcanzar, por qué no, sus propios sueños.
Porque cada niño y cada niña llega al mundo siendo una persona única. ¿Especial? No tiene por qué. Pero sí única. No les quitemos eso.
Bravo, Lorena, por plasmarlo en tan pocas letras y tan pocas frases, porque Filomena tiene el derecho de ser quien ella quiera, por el mero hecho de SER.”



La libertad de ser uno mismo es lo que Lorena trata de transmitir en este álbum, y así nos lo cuenta:

CÓMO SURGIÓ "FILOMENA"

En palabras de la autora Lorena A. Martí

Filomena nació de una lluvia de ideas que Patricia Pérez (diseñadora e ilustradora) y yo llevábamos entre manos a principios del 2019. Nos preguntábamos qué temas son necesarios mostrar a los peques. Hablamos de valores, de estereotipos de genero… De niñas y niños que no encajaban en lo que se esperaba de ellos y ellas. De imposiciones y creencias arraigadas y dañinas. Y ahí se materializó Filomena. Filomena es la que dice basta, la que reflexiona, la que no se resigna y la que acepta y respeta. Su creación fue muy fluida. Como si hubiera abierto una compuerta cerrada desde hace mucho tiempo y empezó a salir todo en una dirección. Su nombre, su carácter, sus gustos… todo salió casi automáticamente al sentarme a escribir. 




Con Alejandra González a los pinceles, se nos muestra en la misma portada a una niña enfurruñada, de melena enmarañada y con una tiara en la cabeza que precisamente no está muy bien colocada, con lo que podemos intuir qué nos vamos a encontrar en su interior.

Alejandra ha dado vida a Filomena con una paleta de colores vivos y fondos neutros para atraer la atención sobre nuestra protagonista. Una niña que evoluciona a lo largo de las páginas, pasando de la tristeza y enfado iniciales a sonreír porque por fin consigue liberarse y dice: ¡basta!

Vemos cómo le regalan muchas cosas en sus cumpleaños: Siempre le cae alguna pulsera o collar de color rosa, faldas con lentejuelas o lacitos (¿por qué no? si es muy femenino y además de niña) y como no, los zapatos de tacón.

Pero, quien hace esos regalos ¿se ha molestado en pensar o al menos preguntar qué es lo que realmente le gusta a Filomena? Cuando regalamos algo ¿nos damos cuenta lo condicionados que estamos muchas veces por esas imposiciones o creencias tan arraigadas como Lorena nos ha contado?

El hecho de ser una niña no significa que le gusten las muñecas o los lazos rosas, o a un niño los balones de futbol y los legos. Debemos salir ya de esos tópicos tan equivocados que en muchas ocasiones pueden llevar a crear niños infelices, introvertidos porque no se atreven a expresar lo que realmente quieren con las consecuencias que ello puede acarrear.

Dejémosles que elijan lo que quieren ser o hacer, dejémosles ser FELICES.





Compra el cuento "FILOMENA" en tu librería habitual o en la web de la editorial.

TEXTO: Anita de Arbués.

ILUSTRACIONES: Mamen Marcén.

EDITORIAL : Editorial Fuendepila.


LA TRAMA

Lucía es la princesa del reino de Marmillera y como tal tiene que cumplir su rol con todas las obligaciones que ello conlleva. Pero se revela contra su destino por perseguir sus sueños y hacer lo que realmente le gusta y desea. Tiene claro que NO QUIERE SER PRINCESA. A ella le gusta saltar en los charcos y mojarse bajo la lluvia, cocinar pan y tocar el tambor con sus amigos, algo que sus padres no ven nada bien, pero ella prefiere saltarse las normas y disfrutar con lo que le hace feliz. Tiene claro qué es lo que quiere estudiar y no se dará por vencida.


MIS IMPRESIONES

Cada vez hay más cuentos donde las princesas no quieren ser lo que la tradición manda. Son valientes y luchadoras alejándose de un mundo caballeresco donde los hombres son los bravos guerreros que rescatan a las bellas e indefensas damas. ¿Y por qué cada vez hay más cuentos de este tipo?
Porque son demasiados los estereotipos que la cultura y la sociedad han ido marcando desde tiempos remotos y ya va siendo hora de enseñar a nuestros hijos que las mujeres y hombres somos iguales, ni mejores ni peores: IGUALES. 

Esos roles tan marcados e impuestos desde que nacemos, hacen que tanto niños como niñas deban comportarse de una manera, o aspirar a ciertas cosas según el sexo, limitándoles así el desarrollo como individuos completos en la sociedad.

En este álbum viene un prólogo muy interesante escrito por Mª Pilar Matud Aznar, Catedrática de la Universidad de La laguna, en el que habla precisamente de esas enseñanzas que se les hace a los niños y niñas diferenciadas por el sexo,  como por ejemplo:
" La restricción de las emociones en los niños, fomentando en ellos valores como independencia y orientándolos hacia roles laborales. Por el contrario a las niñas se les enseña y fomenta la dependencia, la empatía, la expresividad emocional, orientándolas hacia roles familiares, al cuidado de los/as demás y a tenerles en cuenta cuando hacen sus propios planes y trazan sus metas. "

Por suerte esto no es así en todas las familias, la sociedad va cambiando pero todavía queda mucho por hacer. En el prólogo Mª Pilar concluye:

" Si queremos lograr una sociedad más justa e igualitaria es importante que, dede el nacimiento, niños y niñas sean tratados/as y valorados/as de forma igual fomentando que desarrollen todas las capacidades que los seres humanos poseen. Cada persona es única y diferente y la educación que les demos deberá fomentar el desarrollo de todas sus capacidades, no solo las que la sociedad considera que deben tener según sean niños o niñas".


POR QUÉ SURGE "YO NO QUIERO SER PRINCESA"

En palabras de la autora Anita de Arbués:

"Yo no quiero ser princesa" es un cuento para niños y niñas rebeldes. Leer cuentos no tiene género, y este cuento busca una reflexión sobre el papel de las mujeres y las niñas en la sociedad actual.

Desde que nacemos, el entorno promueve estereotipos que diferencian a las niñas y a los niños: Como la elección del color de ropa, los juguetes, los deportes, las profesiones...
Este cuento cuestiona estos roles predeterminados desde el punto de vista infantil, ayudando a los niños y niñas a plantarse ante determinadas situaciones discriminatorias entre ellos.


Anita de Arbués no solo nos trae este título, también ha pensado en los niños a los que también se les imponen roles como he comentado más arriba, así que mientras este habla de princesas, el otro habla de fútbol: "Yo quiero ser futbolista... o no" Y nos hace preguntarnos ¿Por qué los niños tienen que aspirar a ser futbolistas o grandes deportistas? Pero esto lo dejamos para hablar largo y tendido en otra ocasión.

"Yo no quiero ser princesa" gusta mucho por su humor sin dejar de ser reivindicativo. Con Mamen Arcén a los pinceles nos muestra situaciones divertidas con unas ilustraciones muy dinámicas y expresivas, aportando un toque fantasioso con un simpático dragón que acompaña a nuestra protagonista en todo momento.

Lucía deja muy claro que no quiere ser princesa como manda la tradición y a sabiendas de que se llevará una buena reprimenda, no duda en hacer lo que más le gusta. Cosas que no son de princesas como meterse en la cocina para hacer pan con la cocinera ¡Qué horror! 
Salir a jugar bajo la lluvia y saltar en los charcos hasta quedar totalmente empapada ¡Inaceptable!
O tocar el tambor con cubos de basura ¡Asqueroso! 
Y lo peor de todo: Querer ir a la universidad para estudiar Historia, Arte, Matemáticas, Filosofía, Geología, Antropología... ¡Qué locura!

Lucía no quiere vestir de rosa ni llevar lazos,  si pudiera llevaría pantalones y deportivas. No soporta a los príncipes encantadores que le llevan flores y no paran de hablar de espadas, caballos, comida y fútbol.
Quiere vivir en un pueblo y escribir libros de lingüística, plantar lechugas, conducir un tractor, pintar cuadros y hacer lámparas recicladas. Porque Lucía NO QUIERE SER PRINCESA.


Gracias a su tía Emily se dará cuenta de que en lugar de escapar, tendrá que luchar seriamente por sus sueños mediante el diálogo:

"¿Quieres estudiar? Convence a tu padre.
¿Quieres cocinar? Convence a tu madre.

Busca lo bueno de cada argumento negativo que te den. Insiste. Siempre con cariño. 
El secreto, mi querida princesa, no está en dejar de ser princesa. El secreto está en las ganas."

Y eso es lo que Lucía hace, insistir y creer en sus sueños hasta la médula. No tirar la toalla a pesar de los grandes obstáculos que la tradición y una sociedad llena de prejuicios le ponen en el camino. Termina siendo feliz porque nunca tiró la toalla y como bien dice, sigue siendo princesa. La princesa de su vida.


Termino la reseña con una frase que aparece en la contraportada de este libro, citando a Kofi Annan (Premio nobel de la paz 2001):

"La igualdad entre hombres y mujeres debe ser un componente central en cualquier intento de resolver los problemas sociales, económicos y políticos"




Compra el cuento "YO NO QUIERO SER PRINCESA"en tu librería habitual, o en la web de la editorial.

TEXTO: Raquel Piñero.

ILUSTRACIONES: Arancha Perpiñán.

EDITORIAL: Yoga Kids.


LA TRAMA

Ona es una ranita muy inquieta que no para de saltar de nenúfar en nenúfar durante todo el día con tal de no ir a dormir. Mamá se dará cuenta de que tiene miedo y mediante la relajación le ayudará a parar, respirar profundamente y hacerle ver todo lo que le rodea, que ella es muy especial y puede conseguir grandes cosas enfrentándose a todo lo que pueda llegar a temer.

CÓMO SURGIÓ "CIERRA LOS OJOS ONA"

En palabras de la autora Raquel Piñero: 

“Cierra los ojos Ona” surgió una tarde de verano, junto a mi hija Daniela, una niña muy creativa con una gran imaginación, que siempre me aporta muchas ideas cuando escribo mis historias. Escogí a la rana como protagonista por la similitud con ella, muy inquieta desde que era una “renacuaja”, y porque simboliza la evolución, la capacidad de cambio y transformación del ser humano. Además, la metamorfosis de la rana muestra como esos cambios nos ayudan a crecer como personas. 
La historia de Ona refleja la vida de Daniela, una niña muy activa e inquieta, a la que le gusta saltar y jugar sin parar, igual que a la pequeña rana protagonista de la historia. Daniela tiene miedo a la oscuridad, y cuando llega la hora de ir a dormir, intenta evitar ese momento contándome historias en las que imagina que está en una selva haciendo Yoga con los animales, (el Yoga es fundamental en su vida, ya que asiste a mis clases desde que tenía tres años). Un día, Mamá Rana (yo misma) se da cuenta de que Ona tiene un “problema”. Tiene muchas pesadillas, no se relaja y no descansa, y cree que ha llegado el momento de ayudarla. Entonces la invita a parar y a ser consciente de quién es, del lugar donde está, y del momento en el que tiene que acostarse, relajarse y dormir.
Ona/Daniela vive en un mundo donde no es necesario descansar, ni parar, un mundo en el que solo hay lugar para el juego, ausentándose en muchas ocasiones de la realidad. 
Su mamá le hará ver cómo a veces la oscuridad es necesaria, y le enseñará una técnica para relajarse, perder ese miedo a la oscuridad, y poder dormir. Le enseñará la importancia de respirar, algo que a veces olvidamos, y recurrirá a su imaginación para hacer volar a Ona hasta un lugar donde no existe el miedo a ser ella misma, empoderándola para que sea la protagonista de su vida, la responsable de sus éxitos o fracasos, capaz de resolver sus problemas tomando sus propias decisiones. En definitva, aportándole seguridad en sí misma, y “dándole alas para volar” algún día.

MIS IMPRESIONES

Me encantan las joyitas que caen en mis manos y me enamoro al instante. 
La Sevillana Raquel Piñero (Raquel PF) es mamá, profesora de Yoga, emprendedora, creativa y como ella misma se denomina: Enérgica. Toda esa energía la concentró en crear Yoga Kids. Una marca con la que creó una escuela de Yoga y productos relacionados como las “Yoguicards” y “Emotion cards”.
Amante de los niños que un día decidió crear este preciosísimo álbum ilustrado dedicado a su hija que sufría miedos nocturnos y no quería ir a dormir. 

“Cierra los ojos Ona” es un cuento para practicar Mindfulness en familia, los peques pueden hacer posturas de Yoga como practica Ona, pero sobre todo es un canto a la naturaleza, al amor de una madre hacia sus hijos que hace lo que sea para acompañarlos en el aprendizaje de la vida, al empoderamiento, a cumplir los sueños…
Y todo mediante la técnica de la relajación, porque todos necesitamos muchas veces (pero que muchas) pararnos y respirar hondo. Aprovechar esos momentos para reflexionar sobre lo que nos rodea, prestando atención a cada detalle que normalmente pasa desapercibido, mirar en nuestro interior para darnos cuenta de lo que somos y valorarnos para seguir adelante con positividad y fuerza.


Arancha Perpiñán ha ilustrado maravillosamente esta historia que con solo ver la portada, esta ranita nos enamora. Tonos pastel que transmiten una calidez embriagadora y que nos invitan a parar y respirar como hace Ona. Ilustraciones hechas con delicadeza para transmitir el amor de una madre, ese amor incondicional que Raquel nos transmite con cada palabra, cada texto rimado. 
Esta mamá le da las claves a la pequeña ranita para ser consciente de sí misma, para empoderarse, para apreciar cada detalle que le rodea, para volar:

“Ona, las cosas más bellas no se ven, se sienten con el corazón. Ahora te contaré cuál es el verdadero secreto para descubrir la belleza de las cosas más simples…”


y ese secreto es… CERRAR LOS OJOS y SENTIR.
Vamos a respirar profundo, olvidar las preocupaciones, soñar y sentir que somos grandes y fuertes, que todo lo que nos propongamos lo podremos conseguir y así ser felices. No hay nada que temer, solo necesitamos desplegar las alas y volar alto, observarlo todo desde arriba, cada detalle, todo lo que nos rodea…
Respirar… Respirar por la nariz…





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