TEXTO: Silvia G. Guirado.
ILUSTRACIONES: Desirée Arancibia.
EDITORIAL: Gamusetes.
LA TRAMA
Serafín es un pajarito diferente a sus hermanos. Sus plumas son oscuras, tiene un solo ojo y sus trinos no parecen ser muy agradables. El resto de la familia sin embargo, son de plumaje amarillo como el sol, de ojos azules y un dulce piar.
Serafín "el desafinado" lo llaman, y él se siente diferente... muy diferente. Tanto, que un día decidió mudarse a otra rama para estar separado de los demás al no sentirse integrado.
Pero su historia va a cambiar con la llegada de una garza. Ella le hará ver que todos somos especiales y tenemos un don, solo hay que buscarlo.
La reedición de este álbum ilustrado era muy esperada. Faltaba Serafín para unirse a la familia junto a Carmesina y Gato negro. Estos últimos también reeditados y que podéis adquirir en la web de dosilustrados, los responsables de la editorial Gamusetes.
A carmesina, la niña del parche, le falta un ojo debido a un accidente. Gato negro no comprende por qué la gente piensa que puede dar mala suerte y está tan estigmatizado y el pequeño Serafín, es tan diferente a sus hermanos y se siente tan fuera de lugar, que su baja autoestima no le deja ver más allá de su pequeña rama.
Todos ellos tienen un nexo en común: El camino que les llevará al aprendizaje, la aceptación y el cambio.
Vemos un Serafín triste al inicio del álbum. No se siente aceptado siendo tan diferente a sus hermanos. ¿Os imagináis lo duro que tiene que ser para alguien sentirse así? y más a corta edad. La baja autoestima puede acarrear complicadas consecuencias en el presente y futuro.
Como un faro que ilumina de repente la vida del pequeño pajarito, aparece la garza. Ella será quien le guíe para iniciar un viaje en el que se encuentre consigo mismo. Pero no solo eso, sino que vivirá diversas aventuras, conocerá a pájaros muy curiosos de distintas partes del mundo y lo mejor: Aprenderá a ver lo importante que ha sido ese viaje para él, porque no importa tanto el destino sino lo que encuentres en el camino.
Es curioso saber el origen y la especie del pequeño Serafín, cómo puede sentirse tan solo cuando precisamente pertenece a la familia de los estorninos, que como todos sabemos pueden volar juntos cientos de ellos en perfecta sincronía. No sabemos cómo sucedió, pero acabó en otra familia muy diferente a él. La autora no remarca ese rechazo de sus hermanos, se centra en los sentimientos de Serafín, en lo diferente que se siente al mirarse en los charcos y en la profunda tristeza que ello le provoca.
Por suerte, con un pequeño empujoncito de la garza, alza el vuelo sin pensárselo dos veces para buscar su lugar. Un acto muy valiente, que muchas veces no nos atrevemos a hacer y que desde luego no es fácil.
Vencer a la tristeza para encontrar un camino es desde luego un paso gigante.
Los pinceles de Desirée Arancibia dan vida a nuestro pequeño pajarito de una forma peculiar. Todos los personajes de esta colección tienen una característica como he comentado antes, y Serafín lo representa con un ojito que nos ha conquistado a todos. Un ojo casi tan grande como el propio estornino, con unas pequeñas y graciosas alitas que salen de un cuerpo rechoncho y gracioso.
Comienza con colores amarillos, marrones, azules y morados y termina con vivos colores para representar la alegría y tesón de nuestro protagonista en la búsqueda de su don a través de coloridos paisajes y personajes de distintas partes del mundo.
Como Desirée es muy pillina como decimos en mi tierra, en esta reedición al igual que en el resto de los álbumes ilustrados de la editorial, ha escondido varios Gamusetes en algunas de las páginas.
¿Os animáis a buscarlos? ¡Yo ya los he visto! Un juego que me encanta, porque en cada libro que sacan, ya estoy pendiente de encontrar a esos Gamusetes traviesos.
Una cosita que no he contado es el don de nuestro Serafín. Algo que no me esperaba y me ha parecido original pero eso sí que me lo callo por si no habéis visto el vídeo... y eso que he avisado de spoilers...
Vemos al pajarito dándolo todo en cada escena, Desirée ha sabido representar el esfuerzo de una forma cómica, el pobre desde luego lo intenta aunque en muchos casos no tiene éxito hasta que... ¡sorpresa! Encuentra su don, a su verdadera familia y todo da un giro radical hasta verlo feliz en su rama de siempre, habiendo encontrado lo que buscaba pero sobre todo por haber vivido tantas aventuras y haberse dado cuenta del gran aprendizaje que le ha llevado hasta allí.
Ay, Serafín, Serafín, si te hubiera dicho quién eras, no habrías vivido todas esas experiencias, no hubieras descubierto tu don y nada hubiera sido igual.
Lo bonito es aprender y disfrutar del camino, aunque no sepas cuál es tu destino.
Y es que la señora Garza tiene toda la razón.
Compra el cuento "Serafín, el pájaro que buscaba su melodía"
en la web de dosilustrados.
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