TEXTO: Lola Ordoñez.
ILUSTRACIONES: Desirée Acevedo.
EDITORIAL: Pábilo.
LA TRAMA
Desde pequeño, Daniel había pasado los veranos en aquel pueblo, haciendo bizcochos con la abuela María, montando en bicicleta, pescando con el abuelo y, también, coleccionando caracolas. Un día, paseando por la playa se encontró una caracola muy especial. Al acercársela al oído ocurrió algo sorprendente: Una hermosa melodía, suave, cálida y familiar envolvió al pequeño haciéndole sentir inmensamente bien.
Inmediatamente se la enseñó a sus abuelos, quienes para sorpresa de Daniel mostraron un brillo diferente en sus ojos, sus caras de emoción sorprendieron al pequeño. No podían creer lo que estaban escuchando, recuerdos maravillosos llegaron a su memoria y animaron a Daniel a enseñársela a la gente del pueblo. El pequeño se opuso a ello ya que podía perderla así que la guardó en su mochila para enseñársela únicamente a sus amigos.
Pero si el mar te hace un regalo como ese... ¿No lo compartirías con todo el mundo?
CÓMO SURGIÓ "EL REGALO DEL MAR"
En palabras de la autora Lola Ordoñez:
El regalo del mar cuenta la historia de Daniel, un niño al que le encanta coleccionar caracolas.
Un día paseando por la playa descubre una muy especial, se da cuenta que el mar le ha hecho un regalo único y solo él podrá decidir qué hacer con ella ...
La historia de Daniel surge un día en el que me puse a escribir sin saber hacia dónde me iba a dirigir mi imaginación. Y entonces llegué hasta él. Un niño que veranea con sus abuelos y que la caracola le permite entender el valor del comparir y de sentirte comunidad.
Daniel descubre que todos guardamos en el corazón una melodía muy especial que hace vibrar nuestros corazones y se da cuenta que permitir que cada vecino pueda sentirlo es el mejor regalo que le ha podido hacer el mar.
MIS IMPRESIONES
Una sola canción puede evocar muchas cosas, sentimientos vividos y emociones a flor de piel que nos transportan a tiempos remotos. Una hermosa nana, la canción de nuestros dibujos favoritos, aquella melodía que daba comienzo a un montón de maravillosos cuenta cuentos que tenían cara A y cara B, una melodía envuelta de pasión, aquella que siguió nuestros pasos hacia el altar o la de esa inolvidable fiesta que disfrutamos en compañía de familiares o amigos.
Cada vez que Lola Ordoñez comparte unos trocitos de su pensamiento en forma de breves textos, nos emociona y hace reflexionar. Con "El regalo del mar" no iba a ser menos y es que Daniel es un perfecto ejemplo para darnos cuenta de lo importante que es compartir ciertas cosas que sabemos que van a emocionar también a nuestra gente de alrededor.
Es curioso y emocionante ver cómo una simple caracola llega a los corazones de tantas personas. Te das cuenta del valor de la música, un bien artístico que ha unido a todo el planeta al son de unas notas que han creado maravillosas melodías... pero vamos más allá cuando nos producen tantas emociones a la vez, podemos reír con una canción y saltar como si no hubiera un mañana... o llorar como una magdalena y casi tener que salir nadando.
Hay muchísimas canciones que me traen bonitos recuerdos, sobre todo las que mi madre me cantaba y que aún hoy en día se las canta a su nieto. Aquella inconfundible melodía que decía: "Neverending stooooryyyy ah ah ah ah ah ah ah ah..." sentada en el sofá disfrutando de las aventuras de Atreyu y el maravilloso Fujur, canciones de grandes grupos de rock cuando conocí a ese alguien tan especial que me acompaña en esta aventura de la vida. Y podría seguir y seguir y seguir...
No me olvido de mi querida Desirée Acevedo, con su original estilo que plasma a la perfección lo que el texto intenta transmitir. Ilustraciones vivas y cargadas de emoción, Tobias y la sirena me han cautivado pensando la bonita historia que debió ocurrir y que el marinero evoca ahora con esos dulces recuerdos al son del sonido de la caracola.
El final no os lo voy a revelar, lo dejo en vuestras manos lectoras. Pero sí os hago una pregunta:
¿Si recibís un regalo tan especial que pueda llegar a tanta gente, lo compartiríais?
Es curioso y emocionante ver cómo una simple caracola llega a los corazones de tantas personas. Te das cuenta del valor de la música, un bien artístico que ha unido a todo el planeta al son de unas notas que han creado maravillosas melodías... pero vamos más allá cuando nos producen tantas emociones a la vez, podemos reír con una canción y saltar como si no hubiera un mañana... o llorar como una magdalena y casi tener que salir nadando.
Hay muchísimas canciones que me traen bonitos recuerdos, sobre todo las que mi madre me cantaba y que aún hoy en día se las canta a su nieto. Aquella inconfundible melodía que decía: "Neverending stooooryyyy ah ah ah ah ah ah ah ah..." sentada en el sofá disfrutando de las aventuras de Atreyu y el maravilloso Fujur, canciones de grandes grupos de rock cuando conocí a ese alguien tan especial que me acompaña en esta aventura de la vida. Y podría seguir y seguir y seguir...
No me olvido de mi querida Desirée Acevedo, con su original estilo que plasma a la perfección lo que el texto intenta transmitir. Ilustraciones vivas y cargadas de emoción, Tobias y la sirena me han cautivado pensando la bonita historia que debió ocurrir y que el marinero evoca ahora con esos dulces recuerdos al son del sonido de la caracola.
El final no os lo voy a revelar, lo dejo en vuestras manos lectoras. Pero sí os hago una pregunta:
¿Si recibís un regalo tan especial que pueda llegar a tanta gente, lo compartiríais?
Compra el cuento "EL REGALO DEL MAR"en tu librería habitual o en la web de la editorial.
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