UNAS GAFAS PARA VER TODO LO MEJOR Edit

TEXTO E ILUSTRACIONES: Beatriz Vicente Hernández.

AUTOPUBLICACIÓN.


LA TRAMA

Ángela es una niña a la que le ponen unas gafas mágicas en la óptica. Porque se da cuenta de que puede ver lo mejor de cada persona, en concreto de sus compañeros y compañeras de clase. Gracias a Lourdes, su profesora, quitará el miedo a ponerse las gafas y descubrirá lo bien que sientan.

CÓMO SURGIÓ "UNAS GAFAS PARA VER TODO LO MEJOR"


En palabras de la autora Beatriz Vicente: 

Ángela tenía dos años recién cumplidos cuando le diagnosticaron hipermetropía. Tardaron como una semana en tener las gafas en la óptica y cuando fuimos a recogerlas, un viernes, Ángela no quiso ni probárselas. El óptico me decía: “Tranquila, en cuanto se las ponga y note que ve mejor, no se las querrá quitar”. ¡Pero es que no se daba ni la oportunidad de ponérselas! Pasé el fin de semana haciendo todo lo posible para convencerla: les puse gafas a sus muñecos, pinté un retrato suyo con gafas, incluso me compré unas gafas para mí del mismo color sin cristales. No hubo manera.
Este es el origen de Unas gafas para ver todo lo mejor, en el que hicimos cómplices a todos sus compañeros de escuela y sus profesoras, especialmente Lourdes, la maga que consiguió en una mañana que Ángela llevara sus gafas, y a la que pedí que hiciera una lista con lo mejor de cada niño de la clase. Destacar lo positivo de cada uno, más allá de las trastadas y el día a día, ha servido para que este libro sea un éxito que vaya de boca en boca de una buena parte de la comunidad educativa alicantina, a punto de dar el salto más allá.

Mi pareja, Fernando, y yo siempre habíamos fantaseado con la idea de hacer cuentos ilustrados. Él tiene una imaginación desbordante y a mí siempre se me ha dado bien dibujar. Así es que cuando me dijeron que Ángela necesitaba gafas y se lo conté a Fernando, lo primero que me dijo fue: “Pues habrá que hacerle un cuento con una super heroína que lleve gafas”. Me pareció una gran idea, porque hasta Superman se quita las gafas cuando se transforma en superhéroe, o se las pone cuando se transforma en hombre de a pie, según cómo se vea, en cualquier caso es como si las gafas fueran un signo de debilidad o algo así. Así es que transformarlas en lo contrario, en algo que aportara un super poder era algo necesario.
Por otra parte, en la escuela infantil de Ángela, mi hija, a los padres se les ofrece la posibilidad de ir a pasar un rato con la clase y hacer una actividad con ellos. Así es que una noche se me hizo “La Luz” y se me ocurrió la historia de las gafas mágicas con las que podía ver lo mejor de cada uno de sus compañeros.
No era la historia de una super heroína, pero el mensaje me pareció genial. De hecho, de lo entusiasmada que estaba con la idea, no pegué ojo en toda la noche. Ya ves, ¡ni que hubiera descubierto la penicilina! Pero a mí me parecía que había tenido una idea estupenda.

MIS IMPRESIONES

A menudo me toca leer a mamis preguntando por cuentos en el que sus protagonistas lleven gafas, para hacerles ver a los más peques que no es nada malo, que así conseguirán ver todo mucho mejor.

Beatriz Vicente, autora e ilustradora de este álbum tan personal, contactó conmigo para poner voz a la historia de su pequeña Ángela, una niña a la que tuvieron que poner gafas debido a una hipermetropía y como ocurre con muchos niños, la pobre no quería ni verlas. Un proceso que imagino les cuesta a muchos peques al ver las gafas como signo de debilidad o enfermedad, que se ven feos y quizá con inseguridad.
Por eso Beatriz decidió escribir e ilustrar esta álbum que incluso va más allá, ofreciendo a los peques la posibilidad de ver lo mejor de cada uno de sus compañeros e incluso familiares y amigos, haciéndoles reflexionar sobre la personalidad y características de los demás, saber empatizar y observar lo mejor de cada persona que les rodea.


Las ilustraciones son totalmente realistas, imagino que Ángela y sus compañeros están dibujados al detalle, así que a parte de que todos ellos son personitas reales resultan mucho más cercanos a los lectores.

Que conste que esta historia no solo va dirigida a los peques de la casa, también los adultos deberíamos ponernos a menudo estas gafas para ver todo lo mejor, quizá así seamos más positivos y comprensivos con otras personas y con nosotros mismos ¡qué narices! Miremos con las gafas en nuestro interior, que muchas veces solo sacamos lo negativo, cosa que no está mal para reflexionar, pero vamos a ver también todo lo bueno que somos capaces de sacar, puede que así vivamos un poquito más felices.

¿Digo yo eh?


Compra el cuento "UNAS GAFAS PARA VER TODO LO MEJOR" contactando con la autora. 

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