EL REBAÑO ALBOROTADO Edit


TEXTO: Pilar Martín San Félix.

ILUSTRACIONES: María Ortega Monsonet.

EDITORIAL: BABIDI-BÚ


LA TRAMA

Damián era un pastor desesperado porque su rebaño estaba muy alborotado. Las ovejas no paraban de pelearse, Amelia por ejemplo un día dejó de sonreír y siempre estaba malhumorada. Petra por otro lado balaba tan fuerte que era insoportable, Micaela no dejaba que pastaran junto a ella y Ramón no paraba de dar patadas y empujones a todo aquel que se le acercase.

En su desesperación, Damián se sentó junto a un árbol para descansar y pensar hasta quedarse dormido. Una simpática golondrina fue quien puso paz en el rebaño de la forma más sencilla y dulce posible.


MIS IMPRESIONES

Tras conocer a nuestro querido y simpático Búho Toni en "Toni tiene insomnio" (Podéis ver el video y reseña aquí) Pilar nos presenta a un rebaño de ovejas muy peculiar de la mano de la editorial BABIDI-BÚ y en el que quedan claros los valores que intenta transmitir: La alegría, la generosidad y la buena convivencia.

Esta es la historia de un rebaño, pero podríamos trasladarlo perfectamente a cualquier comunidad de nuestra sociedad. Una comunidad donde adultos y niños convivimos en base a unas reglas: Las del sentido común. Quiero decir que para tener una buena convivencia entre seres humanos es vital poder respetarnos los unos a los otros, la empatía para poder ayudar a quien lo necesite y con que seamos medianamente civilizados todo puede ir estupendamente. 

Eso sería lo ideal, estaréis pensando, porque por desgracia no ocurre en todas partes. Los adultos somos demasiado complejos, el estrés del día a día tampoco ayuda y a menudo chocan carácteres muy diferentes que provocan rencillas o incluso rupturas entre amistades.
¿Y qué pasa cuando hay niños de por medio? que nosotros somos su ejemplo, para bien y para mal seremos sus espejos y de nosotros depende de que sean unos adultos que respeten a los demás y sean capaces de convivir de una forma saludable en la sociedad.


CÓMO SURGIÓ "EL REBAÑO ALBOROTADO"

En palabras de su autora Pilar Martín San Félix.

Siempre cuento en mis presentaciones que el rebaño nació una noche que repasé lo que había sido ese día y me di cuenta que todo eran prisas, carreras, gritos, cole, casa, compras, familia, trabajo, responsabilidades... y así día tras día sin pararnos a disfrutar de las pequeñas cosas.

Entonces fue cuando me senté a escribir, con la buena suerte de que frente a mi cocina tengo un pequeño rebaño de ovejas. Reconozco que vivo en un lugar privilegiado. 

La historia fue surgiendo hasta que el pastor Damián vio cumplido su deseo.

Convivir en comunidad supone ayudar a crear un ambiente donde la alegría, la calma, la generosidad y el cariño se vuelvan contagiosos.

Si somos padres o tenemos cerca niños/as a nuestro cargo debemos tener en cuenta que somos su espejo y eso hace que se conviertan en nuestro reflejo.

Contribuyamos a crear un mundo donde ser generoso, valiente y comprometido sirva para inculcar valores, respeto y educación.


Las protagonistas de esta historia son unas ovejas con mucho MUCHO carácter, ilustradas genialmente por María Monsonet. Con sus pinceles las dota de un mal genio que atraviesa el papel, piensas: No me gustaría estar cerca ¡Qué mala uva!
Predominan los azules, amarillos y verdes del campo, el blanco de la lana de nuestras protagonistas que ahora os las presento:

Amelia, que un día sin saber muy bien por qué se enfadó y desde entonces es mejor no acercarse a ella. La oveja Petra empezó a balar tan alto, que no se da cuenta de la molestia que causa en sus compañeras y es mejor estar lejos de ella. Micaela no deja que nadie paste junto a ella, quiere toda la hierba para ella sola. Y también tenemos a Ramón, el carnero, que no para de dar empujones y patadas a todo aquel que se le acerca. 

Unas actitudes egoístas o de mal carácter que perfectamente nos pueden recordar a cualquiera de nuestro entorno (ahora mismo tenéis a alguien en mente, ¡lo sé!). 
Damian el pastor está desesperado, yo también lo estaría, si la armonía de la convivencia se rompe no puede traer nada bueno. 

Me gusta el personaje que representa el punto de inflexión que conlleva a la resolución de todo: La golondrina. Un tierno pájaro, que revolotea alrededor observándolo todo desde fuera, un personaje ajeno a ese rebaño pero que no duda un segundo en ayudar a traer de nuevo la paz entre todas las ovejas que generan conflictos y que ellas mismas no son capaces de verlo. A veces necesitamos ayuda externa para ver que las cosas no van bien y que se puede buscar una solución. Sobre todo cuando hay niños de por medio: 

"La golondrina sabía que la preocupación de Damián crecía y crecía, porque además había observado que los corderitos de estas ovejas estaban empezando a comportarse igual que sus padres..."

Para mí esa es una de las grandes preocupaciones. Al hacer de espejo a nuestros hijos, es nuestra responsabilidad dar ejemplo tanto de comportamientos hacia ellos mismos como a otras personas. Si gritamos, insultamos o tratamos mal a otros, ellos lo normalizarán e imitarán porque ya que lo hacen sus papás, ¿por qué ellos no?

Volviendo a la golondrina que se da cuenta de todo esto, ella es la que se encargará de poner paz en el rebaño de una forma sencilla y útil: Un gran refuerzo positivo en forma de carta.


Deja caer cartas junto a las ovejas con frases breves, llenas de positividad y directas:


"Amelia, ¡tienes una sonrisa preciosa cuando sonríes!"

"Petra, ¡cuando no gritas tienes una voz preciosa!"

"Micaela, ¡comer en compañía te hará feliz!"

"Ramón, ¡las caricias y los besos son dulces como el azúcar!"

Con esto es suficiente para que las protagonistas se den cuenta de todo lo que se están perdiendo por culpa de un enfado, el egoísmo o la agresividad sin sentido: Una buena compañía de grandes amigas conviviendo juntas en armonía, con el alivio que ello le supone al pobre Damián claro está...


Al final del cuento nos encontramos con un complemento para que los peques puedan detectar las emociones que surgen en la historia, tanto las iniciales (enfado, rabia, egoísmo, agresividad) como las finales: Alegría, calma, generosidad, cariño. Un trabajo que puede resultar interesante, ya que la identificación de dichas emociones puede ser un buen punto de partida para evitar posibles conflictos con amigos o familiares.

Termina con un texto claro y conciso:

"Recuerda que la alegría, la calma, la generosidad y el cariño son contagiosos. Y que siempre, con unas palabras amables y sinceras, podremos ayudar a las personas que nos rodean para que se sientan bien.

¡Haz que los que te rodean sean FELICES y eso también te hará FELIZ a ti!"



Empatía

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Pues eso

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