TEXTO: Nuria Espert Más.
ILUSTRACIONES: Annabelle Ríos Badillo.
EDITORIAL: Mr.Momo.
LA TRAMA
La pequeña Lucía salió a pasear al prado en una mañana soleada para disfrutar de los diversos colores que las flores brindan en primavera.
Encontró un diente de León y al cerrar los ojos sopló suavemente escapando tres deseos de su corazón.
Unas semillas viajeras brotaron de la flor, llevando los deseos de la pequeña a distintos lugares donde la amistad y el respeto florecieron con una dulce caricia.
Hay cuentos que con solo ver la portada sabes que son especiales. Una niña de risueña mirada y tímida sonrisa nos invita a adentrarnos en esta tierna historia. Y digo que es especial porque Lucía es una personita real, hija de la autora Nuria Espert y que Annabelle Ríos Badillo ha dibujado de manera maravillosa, realista y dulce con sus pinceles llenos de color. Así nos cuenta cómo surgió esta historia:
CÓMO SURGIÓ "DIENTE DE LEÓN, SONRISA DE MARIPOSA"
En palabras de la autora Nuria Espert Más:
Me encanta ver páginas de ilustradores en las redes, un día vi una preciosa acuarela de una niña de rubias trenzas soplando las semillas de una flor de diente de león.
La imagen no se me iba de la cabeza. Me recordaba a mi niña cuando también soplaba; cuando reía, alzando sus brazos, siguiendo con su mirada las semillas volar.
Me puse en contacto con Annabelle diciéndole que tenía una historia para esa imagen. Pero me dijo que no podía ser porque formaba parte de un proyecto personal.
Para mi sorpresa , al tiempo se puso en contacto conmigo y me pidió que le enviara el texto.
Diente de león, sonrisa de mariposa fue el resultado de muchos mensajes y complicidad. Ella me pidió fotos de mi hija soplando semillas para inspirarse y fue suya la idea de que fuera mi hija la protagonista. En la portada se le parece muchísimo y en la primera ilustración también, en ella aparece con su peluche inseparable. Me creerás si te digo que este cuento tiene para mí un brillo especial.
Más tarde me puse a buscar una asociación para donar mis derechos económicos, en algún momento recordé que había en Valencia una tienda solidaria de Piel de mariposa, investigué y al final me puse en contacto con DEBRA, fue como cerrar un círculo.
Con tres deseos puros de corazón arranca la historia de tres semillas que nos acariciarán el alma al mostrarnos lo que son capaces de hacer allá a donde van:
El deseo de compartir con los demás aquellos tesoros que poseemos o simplemente compartir un momento de alegría y de risas, es un deseo tan fuerte que es capaz de tornar en vivos colores aquellos grises tristes y apagados.
El deseo de respetar y amar lo que nos rodea, una escena que me ha emocionado especialmente al ver cómo un tigre que está a punto de ser cazado, gracias a la pequeña semilla viajera y a los majestuosos movimientos del animal al intentar atraparla hacen cambiar de opinión al cazador que lo apunta con su escopeta. Alguien que con toda su intención está a punto de matar a un animal por placer o negocio, abre los ojos ante la belleza que le brinda la naturaleza, un deseo que muchos llevamos en nuestros corazones y que ojalá algún día se cumpla.
Un tercer deseo que llega a un gélido lugar pero cálido en los corazones de quienes lo habitan, que no dudan en brindar ayuda a quien lo necesite. Una madre y su pequeño osezno podrán fundirse en un abrazo gracias a la ayuda desinteresada de otro simpático habitante marino.
Toda la historia está narrada con textos rimados, lo que la hacen más dulce aún si cabe, con una sonoridad que yo personalmente disfruto mucho leyendo. Página por página es inevitable detenernos un rato para disfrutar de cada una de las ilustraciones que Annabelle ha plasmado con un estilo muy propio y realista, llenas de color en las que predominan los verdes de la hierba del prado y las montañas, fundiéndose con los azules intensos del mar, un claro canto a la naturaleza y al respeto por ella.
Llaman la atención detalles como la falta de fondos en las primeras páginas, los trazos de una ventana sobre un fondo blanco atraen nuestra atención en lo que hay más allá, lo que Lucía observa, un prado lleno de vida y color en el que nos metemos de lleno con solo pasar la página sintiendo unas ganas enormes de estar allí mismo con Lucía, rodeados de mariposas y soplando dientes de León para que besen el cielo.
Si ya todo lo que os cuento os gusta, me gustaría recalcar algo muy importante:
Como Nuria nos ha contado, este es un álbum solidario ya que los beneficios irán a parar a la asociación DEBRA-PIEL DE MARIPOSA. Me gustaría aportar un poco de información sobre esta enfermedad que he rescatado de su página web, para que se conozca este tipo de enfermedad que hoy en día y a pesar de los avances no tiene cura.
"La Piel de Mariposa, técnicamente conocida como Epidermólisis bullosa o EB, es una enfermedad genética, poco frecuente e incurable hasta la fecha.
Su principal y más visible característica es la extrema fragilidad de la piel de quienes la sufren. Tienen la piel tan frágil como las alas de una mariposa. El más mínimo roce, incluyendo acciones de la vida cotidiana, como caminar y comer, puede provocarles heridas, ampollas, el desprendimiento de la piel y muchísimo dolor.
Según los últimos datos de DEBRA Internacional, se estima que la incidencia de la enfermedad es de 15-19 nacidos afectados por cada millón de nacimientos. La prevalencia estimada es de 10 personas afectadas por cada millón de habitantes. En España hay aproximadamente 500 personas con la enfermedad."
Yo tengo claro que cuando vea un diente de León pediré unos cuantos deseos desde el corazón (voy a necesitar muchas flores), para que ningún niño sufra, para que sonrían, jueguen y sean felices como niños que son, que todas las semillas vuelen por el mundo, alto, muy alto y mis deseos se hagan realidad.
Compra el cuento "DIENTE DE LEÓN, SONRISA DE MARIPOSA" en tu librería habitual, en la web de la editorial.
Agradecida y emocionada por esta reseña, que no puede ser más bonita. Has captado lo que quiero expresar y lo has traído de vuelta en una nube que invita a bailar bajo la lluvia.
ResponderEliminar¡Mil gracias por tus palabras!
Un abrazo de mariposa,
Nuria