TEXTO: José Carlos Román.
ILUSTRACIONES: Desirée Acevedo.
EDITORIAL: Mr. Momo
LA TRAMA
Hay caracoles con caparazones grandes o pequeños, algunos sin ellos, pero Carlitos además es...
¡UN CARACOL NINJA!
Tiene unos dardos mágicos capaces de enamorar a cualquiera y está decidido a utilizarlos con Carola Caracola, pero el pobre es tan lento y en su camino se encuentra con tantos amigos que le van pidiendo dardos para ayudarles en diferentes situaciones que... ssshhhhh... hasta ahí puedo leer.
¿CÓMO SURGIÓ "UN CAPARAZÓN PARA CARACOL"?
En palabras del autor José Carlos Román:Soy maestro de infantil y un día estaba trabajando con los niños las especies raras que hay en el mundo, especies en peligro de extinción. Buscando información por internet apareció este caracol ninja que nos llamó muchísimo la atención por su nombre y características.
Resulta que esta especie se descubrió hace poco en Malasia y es un caracol que se caracteriza por no tener caparazón como los otros caracoles y por tener una especie de "dardos" que están hechos de carbonato de calcio y una gran cantidad de hormonas que lanzan a las hembras cuando buscan pareja.. Así que dije: ¡De aquí puede salir una buena historia!
y así nació Carlitos caracol y sus dardos mágicos para enamorar a Carola caracola.
MIS IMPRESIONES
Estamos ante una historia sencilla y divertida, de esas llamadas "acumulativas", dotada de vida gracias a las geniales ilustraciones de Desirée Acevedo, que como todo lo que hace, son una maravilla.
¡Me encanta la caracterización Ninja de Carlitos! Esos lazos rojos cruzados en la cola y el pañuelo en el cuello... Me entró una risilla cuando lo vi, dije, ¡Pero si es un Ninja auténtico! No deja de ser gracioso, un caracol, caracterizados por su lentitud, resulta ser un Ninja, que son conocidos precisamente por su rapidez, se escabullen sin ser vistos, rápidos en el ataque...
Pero Carlitos se toma las cosas con calma, hasta para desayunar.
Esta es una historia sobre la amistad y la generosidad, tratando de transmitir a los peques que ayudando a los demás desinteresadamente al final tiene su recompensa. Carlitos tiene claro para qué quiere utilizar esos dardos, algo importante para él y aun así no duda en dárselos a sus amigos cuando los necesitan.
No puedo desvelar el final pero os aseguro que os va a encantar esta historia, además nunca está de más aprender cosas nuevas porque no sabía la existencia de este tipo de caracoles así que eso que me llevo...
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